¿CÓMO SER UNA MEJOR PERSONA? ART. 2
QUERER SER MEJOR PERSONA
“Enséñanos a pensar cómo vivir para que nuestra mente se llene de sabiduría”
Salmo 89,12.
Hace muy poco se conoció la noticia de la intervención de un científico chino el cual había logrado hacer dos bebés inmunes al VIH interviniendo sus genes: Esto abrió la discusión sobre las repercusiones que puede tener en la creación de “mejores humanos” más fuertes, más grandes, más… más …más. Pensar en intervenir los genes de una persona para que este no sea agresivo, sea capaz de controlar su deseo de poder y sea mejor persona suena tentador. Pero ¿a qué precio? Y ¿quién o qué laboratorio nos va a vender el sueño de ser mejores? ¿Acaso así se es mejor?
Frases como: ¿no se qué me pasa? ¿no se por qué hago eso? Son expresiones que se han convertido en la dolorosa conclusión de actos que después de realizados nos hacen sentir muy mal, no solo porque dejan ver lo frágiles que somos, sino el dolor que causan en nosotros y en los otros lo que hacemos o decimos.
Frente a estas posibilidades de ser mejor y a nuestra constatación de lo difícil de nuestros comportamientos, es importante empezar a repetir a “encarretarse” todos los días con un deseo que debe acompañarnos: “Quiero ser mejor persona”. Esta frase no debe ser parte de nuestro vocabulario para quedar bien con los demás, debe ser una consigna permanente que se apodere de nuestros pensamientos, palabras y acciones. No nace de una intervención genética, nace de el mejor tesoro que Dios nos ha dado, la libertad.
Nadie puede ser mejor persona si lo que de manera obsesiva acompaña sus pensamientos (y obviamente sus acciones) hace referencia a controlar, adquirir, poseer, dominar muchos bienes y muchas personas. No hay recetas secretas, ni rituales misteriosos que puedan lograr automáticamente ser mejor humano. En principio hay que desearlo, tiene que salir de cada uno de nosotros como convicción profunda, libre y como camino que cada uno debe emprender, porque nadie puede hacer que seamos mejores si nosotros no lo queremos.
Es un error pensar que infundir miedo o producirse violencia o agresión puede hacernos mejores, es falso, tal vez al principio funcione, pero luego nos daremos cuenta que seguimos empantanados en nuestros comportamientos que muestran que seguimos igual de mal.
Te invito a que acojas en tu vida esta invitación, si eres creyente que le pidas a Dios su ayuda para ser mejor persona y si no lo eres que sea también una consigna permanente que desate una conciencia más libre que vaya ayudándote a tener la sabiduría de aterrizar e impregnar de bondad todo que haces.
Escrito y redactado por: Padre Ramón Zambrano Echeverri
Fecha: 25/03/2019