Guía 11 Nuestra Misión

CATEQUESIS BAUTISMO Y PRIMERA COMUNIÓN

NUESTRA MISIÓN

GUÍA N° 11-2020

Seguimos juntos en esta preparación a la primera comunión, pero no sin antes recordar que en la guía anterior vimos cómo la Iglesia se constituye en una comunidad de amor de la que voluntariamente nos hacemos partícipes, ahora vamos a entender y aprender cuál es la misión que Jesús nos encarga a cada uno de nosotros como miembros de su Iglesia.

Para iniciar vamos a realizar en familia la siguiente lectura bíblica, 1 Corintios 9, 15-18

El Evangelio es la Buena Nueva, es la noticia que nos da alegría y por la cual podemos acercarnos más a Jesús, a su palabra, su historia de vida, sus enseñanzas, a conocerlo, amarlo, seguirlo y servirle. Además, por medio del Evangelio se lleva a cabo la misión de la Iglesia, la cual se describe en cuatro aspectos principales, ellos son: Evangelizar, Anunciar a Cristo, Predicar el Evangelio, y Anunciar el Reino de Dios. Cada uno de ellos muy importante para nosotros y para nuestra vida como testimonio del amor de Cristo.

A través de la evangelización anunciamos a los demás la noticia de que Jesús los ama tanto como a nosotros, damos nuestro testimonio en todos los lugares en los que convivimos diariamente y de esta forma damos a conocer a Cristo, nuestra vivencia y encuentro con Él, la alegría que sentimos al saber que es nuestro Padre y que siempre está presente en nosotros.

Ahora, vamos a buscar y leer juntos la siguiente cita bíblica, Evangelio de San

Lucas 10, 1-9.

Como leímos, el Señor escoge personas y las envía de dos en dos con el fin de que proclamen su palabra y evangelicen a todo lugar donde lleguen; impartiendo la paz y anunciando el Reino de Dios. Con lo anterior podemos pensar en cómo predicar la palabra de Dios a los demás, a las personas que son cercanas a nosotros y también a las que quizá están alejadas, y para ello, vamos a tomar como guía los pasos que nos da el Papa Francisco en su Evangelii Gaudium.

PRIMEREAR: Tomar la iniciativa, estar siempre más adelante saliendo al encuentro, buscando a las personas que están alejadas y se sienten excluidas.
INVOLUCRARSE: Es cuando se incluye en las obras a las demás personas, es humilde y comprende el sufrimiento de Cristo con su pueblo; por eso se dice que los evangelizadores tienen “olor a oveja”, porque están cerca a la comunidad y salen a su encuentro.
ACOMPAÑAR: Un evangelizador está junto a la humanidad acompañando todos los procesos, con paciencia.
FRUCTIFICAR: Una comunidad evangelizadora no permite que nada irrumpa en su paz, por lo que no se deja llevar por la cizaña; sino que por el contrario, logra que a través de la palabra se den frutos y se lleve a una vida nueva, liberando y renovando a través de esa palabra a quienes lo necesiten.
FESTEJAR: Este es el último paso, que la comunidad reunida goce, celebre y festeje cada victoria por pequeña que sea, así como cada paso que la lleve a una nueva evangelización.

Ahora vas a completar con el texto bíblico Hechos 8, 29-35:

El le dijo a Felipe: «¡Adelántate y colócate junto a ese carro!”. Felipe fue corriendo y, al oír que venía leyendo al Isaías, le pregunto: «¿Entiendes lo que lees?». Él le respondió: «¿Cómo puedo entender, si nadie me lo_________?». Entonces le pidió que subiera al y se sentara a su lado. El pasaje de la que venía leyendo era este: Fue llevado como oveja al matadero y, como en silencio ante quien lo esquila, no abrió su boca. En su humillación le fue negada la . ¿Quién podrá hablar de su descendencia si su ha sido arrancada de la tierra? El eunuco se dirigió a Felipe y le preguntó: «Te ruego que me digas, ¿de quién dice esto el ?

¿Lo dice de sí mismo o de otro?». tomo la palabra y, comenzando por este texto de la Escritura, le anunció la de Jesús.

COMPROMISO

En familia durante toda esta semana, vamos a orar por todos los Sacerdotes, Padres, Obispos, Diáconos, Religiosos, Religiosas, Almas Consagradas y misioneros, del mundo entero que anuncian la Buena Nueva de Dios.

ORACIÓN

«Padre de bondad, Tú que eres rico en amor y misericordia, que nos enviaste a tu Hijo Jesús para nuestra salvación, escucha a tu Iglesia misionera. Que todos los bautizados sepamos responder al llamado de Jesús: "Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos". Fortalece con el fuego de tu Espíritu a todos los misioneros, que en tu nombre anuncian la Buena Nueva del Reino. María, Madre de la Iglesia y Estrella de la Evangelización, acompáñanos y concédenos el don de la perseverancia en nuestro compromiso misionero». Amén.