NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ

Click en la imágen para ver PDF

Te invito para que durante nueve días hagas la Novena en
honor a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Reina y
Patrona de Colombia. Pide en esta novena una gracia especial:
Que Dios te Renueve, a ti y a los tuyos.

ORACIÓN INICIAL

Dios de bondad y santidad que has mirado a nuestro pueblo colombiano con compasión y has querido dejar tu recuerdo y compañía con la imagen sagrada de María. Gracias te damos porque revelas tu amor y bondad en nuestra tierra de Chiquinquirá y desde aquí bendices a todos los hombres, mujeres, niños, jóvenes y familias de buena voluntad de nuestra patria. Mira esta nación que sufre a causa de la injusticia y la violencia, pero que camina en la esperanza de la reconciliación y el futuro de prosperidad, paz y justicia que tanto anhela nuestro pueblo. Permite que María camine con nuestro Pueblo y anime nuestros corazones para lograr que en nuestra patria nazca tu reino. Amén 

PRIMER DÍA 

Renovación, motivo para seguir adelante
Iluminación bíblica: Salmo 69

¡Sálvame, Dios mío, porque el agua me llega a la garganta! Estoy hundido en el fango del Abismo y no puedo hacer pie; he caído en las aguas profundas, y me arrastra la corriente.
Estoy exhausto de tanto gritar, y mi garganta se ha enronquecido; se me ha nublado la vista de tanto esperar a mi Dios.
Más numerosos que los cabellos de mi cabeza son los que me odian sin motivo; más fuertes que mis huesos, los que me atacan sin razón. ¡Y hasta tengo que devolver lo que yo no he robado!
Dios mío, tú conoces mi necedad, no se te ocultan mis ofensas.
Que no queden defraudados por mi culpa los que esperan en ti, Señor del universo; que no queden humillados por mi causa los que te buscan, Dios de Israel.
Por ti he soportado afrentas y la vergüenza cubrió mi rostro; me convertí en un extraño para mis hermanos, fui un extranjero para los hijos de mi madre: porque el celo de tu Casa me devora, y caen sobre mí los ultrajes de los que te agravian.
Cuando aflijo mi alma con ayunos, aprovechan para insultarme; cuando me visto de penitente, soy para ellos un motivo de risa; los que están a la puerta murmuran contra mí, y los bebedores me hacen burla con sus cantos.
Pero mi oración sube hasta ti, Señor, en el momento favorable: respóndeme, Dios mío, por tu gran amor, sálvame, por tu fidelidad.
Sácame del lodo para que no me hunda, líbrame de los que me odian y de las aguas profundas; que no me arrastre la corriente, que no me trague el Abismo, que el Pozo no se cierre sobre mí.
Respóndeme, Señor, por tu bondad y tu amor, por tu gran compasión vuélvete a mí; no le ocultes el rostro a tu servidor, respóndeme pronto, porque estoy en peligro. Acércate a mi y rescátame, líbrame de mis enemigos: tú conoces mi afrenta, mi vergüenza y mi deshonra, todos mis enemigos están ante ti. 
La vergüenza me destroza el corazón, y no tengo remedio. Espero compasión y no la encuentro, en vano busco un consuelo: pusieron veneno en mi comida, y cuando tuve sed me dieron vinagre. 
Yo soy un pobre desdichado, Dios mío, que tu ayuda me proteja: así alabaré con cantos el nombre de Dios, y proclamaré su grandeza dando gracias; esto agradará al Señor más que un toro, más que un novillo con cuernos y pezuñas.
Que lo vean los humildes y se alegren, que vivan los que buscan al Señor: porque el Señor escucha a los pobres y no desprecia a sus cautivos. 
Que lo alaben el cielo, la tierra y el mar, y todos los seres que se mueven en ellos; porque el Señor salvará a su Pueblo y volverá a edificar las ciudades de Judá: el linaje de sus servidores la tendrá como herencia, y los que aman su nombre morarán en ella.

Palabra del Señor 



REFLEXIÓN 

Una sencilla mujer venida de España a buscar a su esposo se encuentra con una realidad dolorosa y agobiante: él ya se ha organizado con otra mujer. Sin duda, un duro golpe. Pero es la situación de muchas personas.El dolor causa cansancio, el cansancio a su vez nos incapacita para continuar el camino. Fue la realidad de esta mujer. Pero algo pasó:
Ella se encontró con un lienzo en el que había estado pintada la imagen de Nuestra Señora del Rosario, pero ahora estaba dañado y roto y se usaba para secar trigo y maíz. En 1585 ella se lleva el lienzo a una humilde villa llamada Chiquinquirá. Allí lo deposita en un sencillo altar y todos los días con angustia, lágrimas y, sobre todo, esperanza oraba diciendo “¿Hasta cuándo Rosa del cielo te vas mostrar”

Dios escucha al humilde. El salmista nos recuerda que aunque esté triste y ya no haya voz en su garganta, sin embargo, espera en el Señor. Ese es un motivo para continuar: la esperanza de que aunque las cosas se vean mal siempre hay un Dios que nos ama y escucha. María Ramos, la española que llegó buscando a su marido, se encontró con una oportunidad para seguir adelante y con su angustia y oración pide y suplica a Dios que haga justicia a su reclamo.

REPITE CON TU FAMILIA: En el camino de la Renovación, acompaña a Colombia,
María Dios te salve María, llena eres de gracia… 

Gozos (Al final de la página) 

SEGUNDO DÍA

Renovación, motivo para crecer
Iluminación bíblica:_Juan 20, 31

Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: "La paz con ustedes."
Luego dice a Tomás: "Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente." Tomás le contestó: "Señor mío y Dios mío. “le dice Jesús: "Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído."
Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.

Palabra del Señor

Reflexión

Creer no es fácil. El evangelio de Juan nos muestra la incredulidad con que muchos viven a pesar de la evidencias. Tomás, el apóstol había estado con Jesús, comió con él, compartió con él y sin embargo no creía en él. Es la historia de muchos.
María Ramos, la española que oraba ante el lienzo dañado de la Madre Bendita, tenía claro algo: creer mueve montañas; creer es la fuerza más poderosa del universo; creer es el poder que Dios le da a sus hijos para que en su nombre sean capaces de seguir, de hacer maravillas, de elevar su espíritu hasta los más alto.
María Ramos oraba ante el lienzo para demostrarse a sí misma y a los demás que creer vale la pena, que Dios premia al que cree, que la fe no es algo vacío y absurdo, sino la posibilidad de hacer que ocurra lo inimaginable, lo impensable, lo imposible. ¡Cree, cree y verás lo que el Señor hará por ti!.

REPITE CON TU FAMILIA: En el camino de la Renovación, acompaña a Colombia,
María Dios te salve María, llena eres de gracia…

Gozos

TERCER DÍA

Renovación, motivo para celebrar
Iluminación bíblica: Lc. 15. 11-24

En aquel tiempo Jesús dijo: "Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda.
Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino.
"Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba.
Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros."
Y, levantándose, partió hacia su padre. "Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente.
El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo."
Pero el padre dijo a sus siervos: "Traigan de prisa el mejor vestido y vístanlo, pónganle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies.
Traigan el novillo cebado, mátenlo, y comamos y celebremos una f iesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado." Y comenzaron la fiesta.

Palabra del Señor 

Reflexión

Estar con Dios es motivo de alegría y celebración. El episodio del hijo pródigo nos muestra que cuando alguien se aleja de su centro vital, normalmente cae en la desesperación y la angustia. Volver a Dios es motivo de celebración. Él celebra la vida, la alegría, el encuentro.
El lienzo renovado de Chiquinquirá es eso: encuentro, alegría, celebración. A su alrededor miles de cristianos celebran la alegría de saberse amados y bendecidos por Jesucristo, que siempre los espera en brazos de María. Por eso Colombia celebra.
Una característica de los cristianos es que celebran. En medio del dolor o del gozo, celebran; en medio de la angustia y de desesperanza, celebran; en medio de la pobreza y la riqueza, celebran. Un cristiano siempre celebra porque esto es muestra de la esperanza de que Dios no se olvida de nosotros. Celebrar con alegría la fe, la vida, la esperanza es lo que nos ayuda a mantenernos en pie.
Chiquinquirá y su Santuario siempre celebran, pues allí Dios ha mostrado la grandeza de su poder a un pueblo que caminaba en medio de la oscuridad y el abandono. El lienzo de Chiquinquirá es lugar de encuentro: Dios que muestra su rostro amoroso y un pueblo que lo busca con sincero corazón.
REPITE CON TU FAMILIA: En el camino de la Renovación, acompaña a Colombia,
María. Dios te salve María, llena eres de gracia…

Gozos

CUARTO DÍA

Renovación, motivo para vivir 
Iluminación bíblica: Salmo 73

¡Qué bueno es Dios para Israel, para los limpios de corazón!
Pero casi se desvían mis pasos, faltó poco para que diera un traspié, porque tuve envidia de los presuntuosos, al ver la prosperidad de los malvados.
Para ellos no hay sufrimientos, su cuerpo está sano y robusto; no comparten las penas de los hombres ni son golpeados como los demás.
Por eso, el orgullo es su collar y la violencia, el manto que los cubre; la malicia se les sale por los poros, su corazón rebosa de malos propósitos.
Se burlan y hablan con maldad; desde lo alto, amenazan con prepotencia; su boca se insolenta contra el cielo y su lengua se pasea por la tierra.
Por eso, el pueblo de Dios se vuelve hacia ellos, y beben el agua a raudales. Ellos dicen: "¿Acaso Dios lo va a saber? ¿Se va a enterar el Altísimo?".
Así son esos malvados y, siempre tranquilos, acrecientan sus riquezas. Entonces, ¿en vano mantuve puro mi corazón y lavé mis manos en señal de inocencia?
Porque yo era golpeado todo el día y cada mañana soportaba mi castigo. Si hubiera dicho: "Voy a hablar como ellos", habría traicionado al linaje de tus hijos.
Yo reflexionaba, tratando de entenderlo, pero me resultaba demasiado difícil. ¡Hasta que entré en el Santuario de Dios y comprendí el fin que les espera!
Sí, tú los pones en un terreno resbaladizo y los precipitas en la ruina. ¡Qué pronto quedan devastados y acaban consumidos por el horror! Son como un sueño al despertar, Señor: al levantarte, disipas hasta su imagen. Cuando se agriaba mi corazón y me torturaba en mi interior, yo era un necio y no comprendía, era como un animal ante ti.
Pero yo estoy siempre contigo, tú me has tomado de la mano derecha; me guiarás con tu consejo y después, me recibirás con gloria.
 ¿A quién sino a ti tengo yo en el cielo? Si estoy contigo, no deseo nada en la tierra. Aunque mi corazón y mi carne se consuman, Dios es mi herencia para siempre y la Roca de mi corazón.
Los que se apartan de ti terminan mal, tú destruyes a los que te son infieles. Mi dicha es estar cerca de Dios: yo he puesto mi refugio en ti, Señor, para proclamar todas tus acciones.

Palabra del señor

Reflexión

Estamos en un mundo donde parece que es más fácil encontrar motivos para la muerte que para la vida. Hoy fácilmente una persona se quita la vida o se la quita a otros. Cualquier cosa nos vuelve personas débiles y apocadas: nos hundimos por cualquier cosa.
El salmo 73 canta la historia de una persona que siente en su vida el desfallecimiento a causa de los problemas, de la enfermedad, de la angustia y de ver que a los malos les va bien, mientras a él, que practica el bien, le va mal. Este es el canto de aquel católico que se siente burlado por su fe. Que es víctima del escándalo y los malos ejemplos. Es el canto del que pierde el deseo de vivir porque, siendo bueno, las cosas no salen nada bien.
Se parece a la historia de María Ramos. Una mujer fiel y de familia, pero que ve en un momento cómo lo que construyó se va al piso. Y esta historia puede ser incluso la tuya.
En Chiquinquirá ocurrió algo: Dios no se olvida del dolor de nadie y mucho menos del indefenso y del que es bueno. La oración, unida a la fe y a la esperanza se convierten en motor de vida. Un buen creyente no se deja acabar por las situaciones, pues Dios siempre va mostrando su bondad y amor: el buen creyente aprende a ver luz y vida, donde solo hay dolor, oscuridad y muerte.
El lienzo de Chiquinquirá renovado nos deja ver un mensaje maravilloso de la Providencia Divina: si Dios revive algo tan insignificante como un lienzo dañado y sucio, ¿imagínate lo que puede hacer con tu vida que es tan valiosa a sus ojos?
REPITE CON TU FAMILIA: En el camino de la Renovación, acompaña a Colombia,
María.Dios te salve María, llena eres de gracia…

Gozos

QUINTO DÍA 

Renovación, motivo para ayudar
Iluminación bíblica: Ls. 58, 10-12

Este es el ayuno que yo amo –oráculo del Señor–: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne.
Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor.
Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: "¡Aquí estoy!". Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna; si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía.
El Señor te guiará incesantemente, te saciará en los ardores del desierto y llenará tus huesos de vigor; tú serás como un jardín bien regado, como una vertiente de agua, cuyas aguas nunca se agotan.
Reconstruirás las ruinas antiguas, restaurarás los cimientos seculares, y te llamarán Reparador de brechas", "Renovador de moradas en ruinas".

Palabra del Señor

Reflexión

El papa san Juan Pablo II habló mucho sobre la globalización de la solidaridad. En el mundo no faltan cosas materiales, pero sí faltan corazones dispuestos a ayudar.
Cuando Dios se manifiesta (Como lo hizo en Chiquinquirá), siempre lo hace haciendo una invitación a la solidaridad entre personas. Sólo se es hijo de Dios en la medida en que abrimos nuestras manos y corazones para ayudar y ser solidarios. Dios premia a los solidarios. El profeta Isaías en varias ocasiones lo asevera de ese modo.
Al estar #enmodocentenario, María, la Reina de Colombia sale a nuestro encuentro con su amado Hijo Jesucristo para urgirnos a la solidaridad. Colombia necesita ser más solidaria, las familias necesitan ser más solidarias, la Iglesia necesita ser más solidaria. Ayudar engrandece el espíritu, eleva el corazón a lo más alto, ennoblece la vida de cualquier persona.
En este tiempo de RENOVACIÓN comparte, ayuda, sé solidario, no dejes que la dureza de corazón convierta nuestro mundo en un lugar triste y frío. Enseña a tus hijos a compartir, da el ejemplo en tu barrio o en tu Iglesia y el Señor iluminará tus pasos y sanará tus heridas.
REPITE CON TU FAMILIA: En el camino de la Renovación, acompaña a Colombia,
María. Dios te salve María, llena eres de gracia…

Gozos

SEXTO DÍA

Renovación, motivo para soñar 
Iluminación bíblica: Ap. 21, 1-7

Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva - porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar no existe ya. Y vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo.
Y oí una fuerte voz que decía desde el trono: "Esta es la morada de Dios con los hombres. Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo y él Dios - con - ellos, será su Dios. Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado."
Entonces dijo el que está sentado en el trono: "Mira que hago un mundo nuevo." Y añadió: "Escribe: Estas son palabras ciertas y verdaderas." Me dijo también: "Hecho está: yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin; al que tenga sed, yo le daré del manantial del agua de la vida gratis.
Esta será la herencia del vencedor: yo seré Dios para él, y él será hijo para mí.

Palabra del Señor

Reflexión

Todos soñamos con un mundo mejor. En eso nos parecemos a Dios: el sueña con que su creación vuelva a su santidad y justicia primera. Él tiene un sueño con la vida de cada uno de nosotros: que sea significativa, que sirva de aliento para otros, que sea llena de luz y de paz.
Algo cambió la vida de María Ramos: el sueño de Dios de renovar las cosas, de hacer nuevo aquello que el tiempo, pero también la maldad humana dañan. Dios renovó un lienzo para dejar una gran enseñanza a la humanidad, y de manera especial al pueblo colombiano: Aun, cuando el tiempo y la maldad humana dañen, Él está dispuesto a volver a la vida; aun cuando las malas decisiones personales y comunitarias terminen en fracaso, Él siempre está dispuesto a sacar de ahí algo grande; aun cuando veamos nuestros sueños y aspiraciones rotos, Él está dispuesto a sanar.
Al igual que el lienzo de Nuestra Señora del Rosario, Colombia es un país roto, dañado por los niveles exagerados de violencia y corrupción. Pero se nos da la oportunidad de soñar, porque eso es Dios, el Señor de las oportunidades.
Soñar no es algo propio de los idealistas y de aquellos que no viven en la realidad. Soñar es para los que esperan, para los que siguen en pie. Soñar es para los que tienen puesta su confianza en el Señor. Soñar es propio de un corazón abierto e incansable. Soñar es propio de los hijos de Dios. Soñar nos pone en camino, aun cuando hay espinas. Soñar nos ayuda a entender lo que pasó en Chiquinquirá: una mujer esperaba y anhelaba que Dios renovara un sencillo lienzo y que con este lienzo Él también hiciera su obra maravillosa de renovar la vida. “Si Dios quiso renovar en Chiquinquirá el rostro de su Santísima Madre, Él también puede renovar el rostro de Colombia.” Papa Francisco
REPITE CON TU FAMILIA: En el camino de la Renovación, acompaña a Colombia,
María. Dios te salve María, llena eres de gracia…

Gozos 

SÉPTIMO DÍA

Renovación, motivo para confiar
Iluminación bíblica: Jer. 17, 5-8

Así habla el Señor: ¡Maldito el hombre que confía en el hombre y busca su apoyo en la carne, mientras su corazón se aparta del Señor!
Él es como un matorral en la estepa que no ve llegar la felicidad; habita en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhóspita.
¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en él tiene puesta su confianza!
Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto.

Palabra del Señor

Reflexión

Cuando el 26 de diciembre de 1586 se renovó el lienzo de Nuestra Señora del Rosario, ocurrió algo más: María Ramos, junto a los indígenas y españoles, no tuvieron más que hacer y fue reconocer que Dios cumple, y si cumple, vale la pena confiar en él.
Contrario a lo que muchos piensan, confiar no es estar ciego, ni mucho menos distraído de la realidad; confiar exige un desarrollado esfuerzo racional y espiritual. Por eso, la confianza en Dios exige una profunda experiencia de fe y al mismo tiempo un profundo conocimiento de lo que Dios puede hacer.
Confiar es el acto más tierno que puede tener un ser humano para con Dios. Pues la confianza está rodeada por el amor y al mismo tiempo la fortaleza.
María Ramos puso su confianza en el Señor. Con lágrimas rogaba y con lágrimas recibió la promesa. Su espera se vio retribuida: eso hace la confianza.
REPITE CON TU FAMILIA: En el camino de la Renovación, acompaña a Colombia,
María. Dios te salve María, llena eres de gracia…

Gozos

OCTAVO DÍA

Renovación, motivo para estar alegres
Iluminación bíblica: Hab. 3, 17-18

Porque la higuera no florece, ni se recoge nada en las viñas; fracasa la cosecha del olivo y los campos no dan alimento; las ovejas desaparecen del corral y no hay bueyes en los establos.
Pero yo me alegraré en el Señor, me regocijaré en Dios, mi Salvador. El Señor, mi Señor, es mi fortaleza: él da a mis pies la agilidad de las gacelas y me hace caminar por las alturas.

Palabra del Señor

Reflexión

La alegría es la característica de los hijos de Dios. Estar alegre no es simplemente la ausencia de tristezas o problemas; es una actitud ante la vida.
Cuando Dios renovó el lienzo de nuestra Señora, María Ramos entendió que esa no era la solución de los problemas que tenía: descubrió que en medio de sus problemas Dios iba a estar y la iba a fortalecer.
Renovación es entender que la vida con sus más y sus menos, se hace más vivible si tenemos fe. Dios no resuelve mis problemas, pero si camina conmigo tendré fuerzas para caminar. No permitiré que la angustia me acabe. No dejaré que el dolor y la desesperanza se apoderen de mi vida. Hay problemas, claro que sí, pero hay un Dios que camina conmigo. Hay una Madre clemente y pía que escucha mis clamores y los lleva a Jesús.
Estén alegres, se los repito, estén alegres (Fil. 4,4), pues Dios ha dejado su huella en Chiquinquirá. 
REPITE CON TU FAMILIA: En el camino de la Renovación, acompaña a Colombia,
María. Dios te salve María, llena eres de gracia…

Gozos

NOVENO DÍA 

Renovación, motivo para volver la mirada a Dios
Iluminación bíblica: Mc. 1,12-15

En seguida el Espíritu lo llevó al desierto, donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían.
Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: "El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia".

Palabra del Señor

Reflexión

En que concluye todo esto. ¿Qué sacamos con que un lienzo se haya renovado?, ¿Qué tanto pretendemos sacar con un Centenario de Coronación?
Cuando algo se rompe, nuestra cultura consumista nos dice que hay que tirarlo, o simplemente reemplazarlo. María Ramos pudo hacer lo mismo con el lienzo que encontró roto y abandonado; pero no lo hizo. Todo camino del Señor, por más difícil que se vea, siempre concluye en una invitación. Si Dios es el Señor de las Promesas, de los sueños y la alegría, también lo es de las invitaciones.
En un lienzo acabado y dañado, María Ramos encuentra una invitación: por un lado a orar insistentemente y a esperar que el Todopoderoso cumpla su promesa. Ella es consciente de que la voz de Jesús gritaba en ese lienzo diciendo: “Conviértanse y crean en el Evangelio”( Mc 1, 15). En otras palabras: Volver la mirada a Dios.
Nada en nuestra fe tiene sentido si no nos lleva al encuentro con Jesucristo.
Fijémonos que en el lienzo renovado aparece María llevando en sus brazos al Niño Jesús. Ella nos está mostrando a Aquel que es “camino, verdad y vida”. Ella misma nos está mostrando el camino que hemos de seguir.
La Renovación del lienzo de Nuestra Señora tiene como fin esto: que tú y yo volvamos la mirada a Jesús que viene a nuestra tierra con su paz. Que nos convenzamos de que la verdadera religión es amar a Dios, seguirlo y vivir conforme a lo que nos enseña.
Por eso en este centenario aprovecha para mejorar tu relación con Dios. Acércate a María y ella te ayudará en tu camino. Ella estará contigo para que conozcas y ames a Jesús.
Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, la Reina de Colombia, te acompañe en tu caminar de fe.
REPITE CON TU FAMILIA: En el camino de la Renovación, acompaña a Colombia,
María. Dios te salve María, llena eres de gracia…

Gozos

GOZOS
Cada una de las estrofas acompáñalas con un canto

R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María 

I
Colombia, te aclama ¡Oh María! Y canta tu grandeza ¡Humilde Sierva del Señor!, Ya muestras a Cristo a nuestro Pueblo, Prodigando compasión.


R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María 

II
 Eres la Reina de Colombia Humilde y sencilla doncella, Virgen prudente, de quien viene Jesús, El Señor de los Pueblos, Mesías esperado, De quien anhelamos su perdón

R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María 

III
Entre tanta guerra y violencia Dejas ver que caminas con el que sufre dolor. La angustia del desplazado, Se ve superada cuando muestras a tu Hijo y Señor, Y el corazón queda sanado 

R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María

IV
Reina de Colombia, por siempre serás, Aquella que muestra el camino a la paz. Que es el Señor Jesucristo, Anhelado por el que llora la muerte de sus amados, Y lanza una súplica a voz en grito.

R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María 

V
Colombia, escucha esta proclama, Que el pueblo anuncia desde su dolor: ¡Sólo Dios debe ser amado y reinar, Sólo Él que es Señor de la Paz. Y junto con María a nuestro Pueblo ayudarán a prosperar!

R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María

VI
Conviértase el corrupto y el violento, Conviértase el injusto y opresor, Que María trae entre sus brazos a nuestro Señor, Para salud de aquellos que durante tantos años Han sufrido desplazamiento, muerte y dolor.

R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María 

VII
 Tierra de Colón que has visto tanta muerte, Pero ahora te animas a la reconciliación, Manifiesta tu fe y amor a Dios, Pues, Él en María, a su hijo ha dejado como señal, Para construir una mejor nación

R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María

VIII
Alégrate Pueblo Colombiano, Que Dios ha mirado tu tormento, Mira que la Virgen ha sido coronada, Para suplicar por tu suelo y acompañarte en esta encrucijada 

 R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María 

IX
Cielos y tierra, mares y ríos de Colombia Canten la alegría de saberse amados por Dios. En este camino que llevamos de la mano de María, Guiados con dulzura y firmeza Anunciaremos a las próximas generaciones la paz y alegría 

R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María 

X
¡Oh Gloria inmarcesible y júbilo inmortal! Colombia canta loores a la grandeza de Dios Pues en María bendice a nuestra tierra, La llena de Gracia camina con nuestro pueblo ¡Y al fin nuestra patria supera la guerra!

R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María 

XI
Cesó la horrible noche, El pueblo que camina en las tinieblas ha visto una gran luz, Llevado, va Jesús, en brazos de María, Ante quien la horrenda testarudez Se rinde por un mar de alegría.

R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María 

XII
De Boyacá en los campos Una Espiga de amor y bondad Trae a Jesucristo el trigo nuevo, Que como príncipe eterno, Bendice a su pueblo sin par  

R/ En el camino de la RENOVACIÓN
T/ Acompaña a COLOMBIA, María  

Oración y compromiso final (para todos los días)

Señor Jesucristo, que vienes en brazos de María para llenar de esperanza nuestras vidas y familia. Te reconocemos como nuestro Dios y Señor, como aquel esperado por los pueblos. Te reconocemos a ti, ¡Oh Hijo de María!, como el Dios con nosotros, que camina con nosotros y estás junto a nosotros.
Te damos gracias por la presencia de María en nuestra tierra. Ella, la llena de gracia, siempre ruega por nosotros, siempre está atenta a nuestros llantos y gritos de auxilio para llevar nuestras súplicas ante ti.
Ponemos ante ti a nuestra Patria Colombia, azotada por la corrupción y la violencia. Esta tierra, donde has querido renovar el rostro de tu Santísima Madre, clama ante ti por justicia y reconciliación. Por eso te rogamos, que permitas que Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá camine y acompañe a nuestro Pueblo. Que ella nos ayude a ser mejores hombres y mujeres de fe. Que ella proteja a Colombia con su oración. Que en este tiempo de Centenario, todas las familias vuelvan su mirada hacia el Hijo que ella trae en sus brazos.
Nos comprometemos a ser hombres y mujeres de paz. A educar a nuestros niños y jóvenes en el amor, la honradez y la alegría. En este tiempo jubilar queremos comprometernos a que nuestras familias sean lugares de tu presencia. Donde nuestras manos y palabras sanen heridas, levanten y fortalezcan al que está caído.
Señor Jesús, gracias porque tu Santísima Madre es la Reina de Colombia. Al igual que su rostro en el lienzo de Chiquinquirá, RENUÉVANOS.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
REPITE CON TU FAMILIA: En el camino de la Renovación, acompaña a Colombia, María.